José Posada Herrera, 6
39300 Torrelavega, Cantabria
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ENAMORATE Y SUEÑA
NUESTRO TRABAJO

Ún recuerdo aquellos años, quizá con anhelo, en los que calzábamos alpargatas de suela de arroz del número 30, en los q jugábamos a hacer comiditas en los agujeros de la fachada del cole, en los que nos vestíamos con largas telas polvorientas de colores simulando vestidos de novia que nos convertían en princesas… Años después esos anhelos se proyectan en la inocencia, porque las compañeras de juego seguimos siendo las mismas, a pesar de que nuestros pies han crecido, ligeramente, hasta calzar altos tacones, hacer la comida se ha convertido en una responsabilidad real y diaria, hemos ido vistiendo nuestro dedo anular con alianzas bañadas en ilusión, en tu caso a pies de la torre Eiffel como testigo de excepción…y nos hemos ataviado de blanco: con telas de sentimientos, hilos de felicidad, botones de planes de futuro y a manos de grandes costureros…
    Después de tantos años y juegos llegó ese día… Mi niña llegaba en un coche majestuoso, sin caballos, pero del brazo de su madre y con el alma y recuerdo de su padre. Posaba un pie firme en el suelo, en lo alto de un zapato de tacón con 3 grandes lazos que me transporto una vez más a nuestros sueños… Era realmente una princesa con tul, con plumas, con su cabellera en forma de moño… Estaba radiante.
Unos metros la separaban de él, de aquel chico de las noches de zentral, de los besos escondidos… Su constructor de sueños de futuro… El se mostraba nervioso, elegante, con una tímida sonrisa y ansioso por verla, por juntar sus manos una vez más, por unirlas para siempre…
    Entre románticas flores y canciones, que les describían a la perfección, fui testigo de cómo dos personas se juraban amor eterno e intercambian deseos y promesas de futuro. No faltaron las lágrimas fruto de los nervios, de las ausencias, de tantas y tantas emociones concentradas desde el altar hasta el último banco de la iglesia.
    La celebración se alargó hasta la madrugada, en la que cada detalle estaba minuciosamente supervisado y estudiado, y en el que no dejaron de regalarnos miradas de complicidad, sonrisas nerviosas… Nos pusimos la botas con la mesa dulce, con las brochetas bañadas en chocolate… Pero sobre todo con los abrazos, con los recuerdos, con los momentos vividos y los que quedan por vivir…
    Hace exactamente un año asistí al día más importante de una de las personas fundamentales en mi vida, y desde luego no pudo ser más especial, maravilloso y acorde a ellos. El entorno, la decoración, la gente, los pequeños detalles… Y los novios, todo era perfecto.  Ahora solo queda seguir soñando y haciendo realidad esos sueños, pero sobre todo seguir juntos otros tantos años más, vosotros y nosotras.
    Gracias por hacerme participe de un día tan importante en vuestra vida, porque para aquellos que os queremos también lo ha sido en la nuestra.

Natalia.

La novia, vestida por Manuel Mota:Pronovias

El Novio de: Ramiro Díaz

la decoración Floral y Ramo Novia: Entreflores

Zapatos Novia: Bertta

Wedding Planner: Amaya cuesta

Restaurante: La Casona de los Hornillos

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