José Posada Herrera, 6
39300 Torrelavega, Cantabria
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ENAMORATE Y SUEÑA
NUESTRO TRABAJO
E

El tiempo va pasando y los recuerdos no son tan nítidos como los del día siguiente de la boda… Sin embargo, la emoción que siento al pensar en aquel 15 de julio no es comparable con nada que haya vivido antes.

Abrí los ojos de golpe, tenía a un lado a mi hermana y al otro a mi madre …  “Hoy me caso” Esas fueron mis primeras palabras al amanecer. Desde ese preciso momento la adrenalina y la felicidad se asentaron en mi cuerpo para no abandonarme en el día más feliz de mi vida.

Toño Ojugas me acompañó desde primera hora con su cámara de video. Reconozco me sentí un poco Whitney Houston, cosa que me encantó. Me le hubiese llevado a casa después de la boda, tierno, cañero y todo un profesional. El resultado, una película de cuento.

El cielo estaba radiante, llegamos a la Torre de Los Hornillos con toda la comitiva de familia, amigas, fotógrafos y videografos. Vamos, estaba como en casa.  “Que empiece la fiesta” pensé.

Soy de esas personas a las que le encanta la fotografía, por lo que tenía unas expectativas muy altas en las de aquel día. Juan Luis y Lourdes son ese tándem maravilloso que hacen que te sientas la mujer más especial del planeta y a la vez te abrazan con el mayor de los cariños para darte la calma que necesitas un día como ese. Lo que ellos ven y plasman después es la consecuencia de todo esto, emociones, luz y magia.

El camino de la Finca de Fraguas jamás se me había hecho tan largo de recorrer… pero al llegar al final estabas TU… y el tiempo se paró durante unos instantes. Tembloroso, vulnerable y más enamorado que nunca. No fui yo, fuiste tú el que con tu emoción contagio a todos los que allí estaban.

Aun nos quedaba un largo día por delante, que paso en algo menos que un abrir y cerrar de ojos. Recuerdo que intentásemos parar por un momento y grabar en nuestra retina y nuestra memoria lo que sentíamos, lo que veíamos, lo que decíamos… Fue imposible, la adrenalina no nos lo permitió. Por lo que solo supimos abrazar, besar, bailar y sonreír hasta el cuerpo nos lo permitió.

De los recuerdos se encargaron ellos. ¡Benditos recuerdos!  Gracias equipo por dejarnos el mejor de los regalos… la memoria.

Pasaron los meses y aún recordabamos aquel soleado 15 de Julio. Y una mañana sin darnos cuenta, nos despertamos… Habia llegado el invierno Ya era tiempo, tiempo de crecimiento interno, de creación, de búsquedas,de encuentros, de abrazos, de fiesta. Y es que el amor, ¡ Mueve montañas

 

 

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